Raquel y su papá son inseparables, y es que a veces los momentos más duros de la vida te unen aún más. Por eso cuando el papá de Raquel rompió a llorar al verla vestida de novia, Raquel tuvo clara su decisión. Ese será mi vestido de novia.
Raquel escogió un precioso vestido de Pol Núñez, en plumeti. De falda evasé manga larga y gran escote en la espalda. Adornado con un encaje de algodón, envejecido que le da al conjunto un aire majestuoso.
Las joyas para la boda de Raquel tenían una carga emocional enorme. Y es que eran las joyas de la mamá de Raquel, y en ningún momento nos planteamos que no fueran esas.
El velo de novia que llevaba Raquel, es también una pequeña joya familiar. El velo pertenece a su prima Lledó, y fue un regalo de su abuelita. Así estas dos primas, casi hermanas, compartieron este velo de novia tan bonito que las une aún más.
Para peluquería y maquillaje Raquel fue sobre seguro y es que fue al centro el que lleva yendo desde que es un adolescente. Así Diana y Cristina de Syldian la peinaron y la maquillaron para ese día. Ella quería un maquillaje de novia natural y duradero, y un pelo semirecogido para mantener sus ondas naturales.
La ceremonia, fue en la iglesia del convento de los Carmelitas descalzos del desierto de las Palmas de Benicassim. Un lugar sobrio mágico y muy especial, en el que la dureza de la piedra y la exuberancia de la naturaleza te transportan a otros lugares.
De las flores encargo la Botiga de la Flor y escogieron un ramo silvestre que entonara perfectamente con la novia y el entorno. Los sueños de Nona, se encargo de decorar la boda, mimando cada detalle y rincón del día del enlace.
Después celebraron una gran fiesta en Jardines de K’sim, rodeados de su familia y de sus amigos.
Muchísimas gracias a Raquel y a su tía Lidón por confiar en nosotras. Ha sido un placer vestir de novia a una chica tan dulce y bonica como tú.
Todas las fotos, son de Mayte Cruz Weddings , que la novia nos ha hecho llegar. También hay unas preciosas fotos de postboda, pero eso ya es ora historia…